Aunque Bricoman también atiende a particulares, sus preocupaciones en términos de experiencia del cliente se centran esencialmente en los profesionales de la construcción, cuya particularidad es que a menudo están en movimiento, bajo presión de tiempo, sobre todo para orquestar los pedidos necesarios para los distintos proyectos en curso. Por ello, algunos de ellos prefieren los pedidos a distancia y se ponen en contacto con su tienda habitual por correo electrónico o teléfono. Otros prefieren utilizar el sitio de comercio electrónico Otros prefieren utilizar el sitio de comercio electrónico de Bricoman, incluso fuera del horario de apertura de la tienda.

Las tiendas Bricoman siguen siendo lugares de intercambio, organizados por universo (electricidad, carpintería, etc.) donde asesores especializados acompañan a los clientes. Estos últimos están equipados con tabletas, dotadas de una aplicación comercial para tomar pedidos o hacer presupuestos directamente en la estantería. Hasta ahora, el sistema no gestionaba los pagos, lo que obligaba al artesano (ya de por sí apurado) a dirigirse a la caja, con la posibilidad de hacer cola. Por tanto, para Bricoman era esencial implantar una solución de pago solución de pago adaptada a los hábitos de los profesionalesPor tanto, para Bricoman era esencial desplegar una solución de pago adaptada a los hábitos de los profesionales, a lo largo de todo el proceso de compra, con el mismo nivel de experiencia del cliente.

Además, el mercado de la construcción se caracteriza por unas cestas medias muy elevadas. Los clientes de Bricoman, acostumbrados a pagar con tarjeta de crédito, se enfrentaban a menudo a fallos de pago relacionados con el límite de su CB. La alternativa era la transferencia bancaria clásica, que generaba plazos de tramitación (entre 3 y 7 días), bloqueando la toma en consideración inmediata del pedido y alargando los plazos de entrega, incluso en caso de existencias...